jueves, 29 de agosto de 2013

¿Por qué huelen los libros viejos?

El olor de los libros antiguos es el resultado de cientos de compuestos orgánicos volátiles (VOCs, por sus siglas en inglés) liberados desde el papel al aire.
 
Además de inconfundible, este olor puede resultar muy útil para conocer el estado de conservación de los viejos volúmenes, según un estudio que acaba de publicar la revista Analytical Chemistry.
 
“Oliendo” los gases emitidos por 72 documentos antiguos de los siglos XIX y XX con una nueva técnica llamada ”degradómica material”, un equipo de científicos británicos y eslovenos ha conseguido identificar 15 moléculas volátiles que podrían ser buenos marcadores para cuantificar a ciencia cierta el riesgo de que se degraden la celulosa, la lignina (el polímero orgánico más abundante en el mundo vegetal, que desprende olor a vainilla), la fibra de madera y otros componentes de los libros.
 
Esta técnica no invasiva podría ayudar a las bibliotecas y los museos a preservar una amplia gama de objetos basados en papel, algunos de los cuales se están deteriorando rápidamente debido a su avanzada edad.

lunes, 12 de agosto de 2013

“Únicamente se hace tarde cuando de manera reiterada se decide no accionar”.


El 16 de agosto se cumple el sesquicentenario de la Restauración de la República Dominicana. Sabaneta, el municipio cabecera de la provincia Santiago Rodríguez, destaca y logra renombre por conocerse como “Cuna de la Restauración”. Sobran los motivos históricos para llevar con orgullo ese nombre.

Cabe recordar que el proyecto restaurador fue armado en aquel lugar ubicado al lado del río Yaguajay, en donde vivía el General Santiago Rodríguez y llegó Gregorio Luperón, en la actual Sabaneta.

Allí tomó forma lo que desde aquel 18 de marzo de 1863, cuando Santana anunció la anexión a España, se convirtió en sentir popular y se expresó con el repudio de diversos sectores en muchos lugares de la joven República Dominicana.

A ciento cincuenta años, cabe preguntarse ¿La cuna de la Restauración sólo quiere llevar el mote o está en disposición de ganarse el derecho a mantenerlo? ¿Qué se está haciendo para  eso?

En donde nació Luperón, en Puerto Plata, están realizando el VI Festival  Cultural de la Restauración. Se trata de  un amplio programa que incluye 69 actividades a lo largo de dos semanas. Se espera a más de 25 mil personas como espectadoras y participantes. Es el trabajo de más o menos un año de planificación, de un equipo que concibió el proyecto hace ocho años.

En Sabaneta, en la “cuna”, parece que están esperando a que vuelva otro puertoplateño a despertar entusiasmo. ¿O estarán aguardando por la resurrección del General Santiago Rodríguez? ¿O se cree que es suficiente con depositar una ofrenda floral, ir hasta el monumento y tocar el himno en frente del cuartel policial?

¿Pasará igual con el cincuenta aniversario de la caída de Francisco Bueno Zapata? Bueno Zapata fue compañero de Manolo Tavares Justo. Fue el primero en caer en el frente encabezado por Manolo, el 13 de diciembre de 1963. Para la conmemoración de los 50 años de su caída faltan cuatro meses.

No quiero ser ave de mal agüero. Prefiero tener un enfoque propositivo y retomar la frase que he tomado sin el permiso de un amigo. Se trata de Diego Sosa, un dominicano que acaba de publicar su libro número doce. Y tiene varios esperando por el momento más oportuno para dar a conocer al público. Él –sin proponérselo– me ha regalado el título de estas líneas.

Atención autoridades provinciales y municipales. Atención empresarios. Atención fuerzas vivas de Santiago  Rodríguez.

 Únicamente se hace tarde cuando de manera reiterada se decide no accionar”.

¿Por qué Nuestro Coro?

Porque es el oído ese sentido tan especial, que tramitando sólo el cuatro por ciento de todo lo que percibe nuestro cerebro, crea imágenes suficientes para construir un mundo.Es el oído el sentido que sustenta la imaginación.Con la imaginación es como se puede construir un mundo mucho mejor, no sólo para algunos, sino para todos.La garantía de que así sea es que cada uno, a su modo, participe de los procesos de imaginación y construcción.Este punto de encuentro es una invitación a imaginar, a participar, a unir voces para avanzar a ese mundo mejor: garantía de que mediante su voz (aunque sea escrita) participe de una colectividad costructiva, imaginadora y armónica, NUESTRO CORO.